por : ANA MARIA MUÑOZ GOMEZ
en los Pinos.
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La
desmovilización en la Sierra Nevada ha traído consigo un cambio giratorio en
este sector y la imagen del turismo cada día se proyecta tanto en la ciudad
como en el exterior. Lo que mucho de
estos turistas y nuevos habitantes no conocen es el pasado oscuro y sangriento
que tuvieron estas tierras por parte de las Autodefensas Colombianas (AUC), las
Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia (FARC) entre otros grupos que se consideran al margen de la Ley.
Los
Pinos de la Sierra Nevada es una finca ubicada a 6 km de Minca, anteriormente
se llamaba Madrigal de las Altas Cumbre. Este territorio por más de diez años
fue motivo de guerra y enfrentamiento entre los grupos mencionados y como
consecuencia despojaron a sus habitantes, fueron sometidos a nuevos dictámenes
de para estado y otros fueron asesinados, anexando el olvido del estado a este
corregimiento.
La
historia de estos grupos es bastante paradójica y solo explicándola en una
línea de tiempo se puede entender el “juego de ajedrez” que implementaron para
dominar los Pinos y a sus habitantes. Todo empezó en el año 92 con la masacre
en el Campano (cerca de los Pinos) cuando el Grupo Paramilitar los “chamizos”
liderado por Hernán Giraldo jefe de las Autodefensas Campesinas del Magdalena (ACMG),
quien en ese momento autorizo tal atrocidad con el fin de acaparar el
territorio. Aunque algunos habitantes dejaron sus tierras por miedo a ser
asesinados la victoria no fue completa, aún existía la presencia de los
guerrilleros de las FARC y estos no estaban dispuestos a perder ni las tierras
ni su poder de gobernarlos y pedirle vacunas.
Hernán
Giraldo estuvo vinculado en varios enfrentamientos, pero en el año 2000 sufrió
un atentado por parte del grupo los “Rojas” por el control del territorio de la
Sierra Nevada. Al notar que iba perdiendo poder decide pedirle ayuda a las
Autodefensas (AUC) liderada por Carlos Castaño, lo que jamás imagino era que le
iba costar la pérdida de su mandato en la zona. No fue fácil lograr este
acuerdo, surgieron algunas disputas acompañadas con “plomo”. En febrero del año
2002 el
“ Patrón o Señor de la Sierra” Hernán Giraldo perdió su poder ante un enfrentamiento con Rodrigo
Tovar Pupo alias “Jorge 40” de las
AUC y así formaron el frente de
Contrainsurgencia Wayúu dejando a el “perdedor” como lugarteniente en el grupo Resistencia Tayrona,sin olvidar que
operaba bajo el mando del Bloque Norte de las Autodefensas.
actualmente zona de camping.
Anteriormente este lugar era zona de descuartizar y torturar.
ALEJANDO RIASCO UNA VICTIMA DE ESTE
CONCLICTO QUE COMO CONSECUENCIA LE HA DEJADO UNA GRAN ENFERMEDAD.
Alejandro Riascos dueño de los Pinos.
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Dicen
que los ricos no lloran ni sufren, pero en este caso hay una víctima que con
las secuelas de este conflicto lo ha llevado a sufrir una enfermedad. Alejandro
Riascos hijo de Alfredo Riasco alcalde de Santa Marta en el año 1956 quienes son
los dueños del territorio los pinos desde el año 1988 y que anteriormente era
zona de siembra cafetera, aunque algunos vecinos afirman que por ahí la siembra
de la marihuana existió.
Alejandro
es un hombre de 56 años, con una mirada un poco ida al hablar de su tan
anhelada finca que después de tanto tiempo y con mil batallas logro recuperar.
Todo inicio en 1990 cuando su finca prosperaba con el cultivo del café,
llegaron las Fuerzas Armadas Revolucionarias De Colombia a quitarle su
territorio bajo el secuestro de su padre y amenazas con el fin de despojarlos y
sin duda el objetivo de este grupo se llevó a cabo.
Al
tener estos territorios estos grupos ilegales empezaron a realizar el cultivo
de la coca y la marihuana cambiando así la forma del cultivo e involucrando a
los campesinos del sector e incluyendo la guerra con Hernán Giraldo y el apoderamiento final de las AUC.
Este
hombre que nos hizo un recorrido por las dos casas de la finca donde transitaba
“Jorge 40” y Hernán Giraldo,cuenta con la voz entrecortada menciona “ esta casa era un punto estratégico para
ellos porque tiene vista al Rodadero, Santa Marta y Minca y con telescopios
lograban ver todo el movimiento de carros y motos. Además, que hicieron su
helipuerto y a ahí abajito tenían casas donde descuartizaban y tenían algunos
cuartos donde escondían a los secuestrados”. Al escuchar esto sentí un
pequeño escalofrió y le pedí que me hiciera un rrecorrido y el sin pensarlo me
llevo a cada sitio que menciono, pero antes me brindo un vaso de café.
Aproveche
que se sentía en confianza y le hice otras preguntas pero vaya sorpresa me
lleve, sus respuesta que no tenían nada que ver con la zona de los Pinos ni con
Colombia, aun así lo seguí escuchando por más de seis horas y en medio de una
conversación tan descabellada, solo me dijo dos cosas que necesitaba para mi investigación
y fueron “ recupere mi territorio en el año 2006 gracias a mi amigo Nando Giraldo y
el ejército aunque después de recuperarlo tuve dos intentos de homicidio y
algunas personas malas querían quitármelo con papeles falsos” Lo
acompañe un largo tiempo pero no pude obtener más información, por sorpresa ese
amigo Nando Giraldo es un viejo conocido mío.
Al
llegar a Santa Marta lo primero que hice fue comunicarme con Nando Giraldo y le
comenté sobre el tema y nos pusimos una cita el mismo día. Antes de ir a la cita
repase un poco y prepare mis preguntas. Pasaron cuatro horas para verme con
“Nano” y le pregunte.
¿Cómo
recuperaron ese territorio?
Nando
Giraldo: “yo era amigo de Alejo y lo convencí para recuperar ese territorio
después que se desmovilizaron los grupos ilegales esos en el 2006. Este man
tenía miedo para ir allá, pero así arrancamos a buscar esa finca. La ventaja de
todo esto es que mi apellido es Giraldo y pues nadie se metió con nosotros,
seguro creían que era familiar de él. Llegamos allá y estaba un bloque del ejército,
les mostramos los papeles de la finca y nos dijeron bienvenidos”.
Con
todo un poco más claro finalice la entrevista, pero antes se me dio por
preguntar porque Alejandro decía cosas incoherentes y me dijo “aparte
de que su papá estuvo secuestrado a él lo han intentado matar ahí, una vez le
dieron escopolamina con otras drogas revueltas y desde ahí no volvió a ser
normal, además que sus hermanos lo abandonaron dejándolo en esas fincas
arruinado”.
LOS PINOS, DE LA GUERRA AL TURISMO.
zona custodiada por el Ejercito Nacional.
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En los
últimos años el Ejército Nacional y los miembros del Cuerpo Técnico de
Investigación (CTI) han realizado importante captura de bandas delincuenciales
y criminales denominados Bacrim mejorando la percepción en el sector y así lo
afirman un grupo de soldados que se encontraban en compañía del CTI, además
confiesan que “las bandas como tal existen aún, solo que se ha golpeado las
estructuras capturando a sus miembros y estos antes se veían en el pueblo
uniformados cobrando vacunas, ya se puede analizar otro entorno”.
Victor
Riatiga es un joven que presencio la guerra y su familia fue víctima de los
despojos de sus ranchos y tierras. Actualmente es Edil de Minca y afirma que la
zona está segura. Su principal plan de gobierno es realizar una promotora
turística donde capaciten a los habitantes ya que la preocupación actual no es
la violencia si no la contaminación ambiental por la falta de acueductos.
Con
gran experiencia conociendo el sector y la política que se necesita ahí, ha
realizado junto a la gobernadora actual Rosa Cotes las fiestas en conmemoración
al día del campesino con el fin de que retomen al campo, reconociendo su
labor y gestionando la restitución de
sus tierras. Sin embargo, afirma que “a raíz de la carretera realizada por la
gobernación, la idea es poner un peaje para disminuir el flujo de personas y
dejar atrás el turismo de olla”.
El
panorama de los Pinos es otro, se puede observar el flujo de extranjero que
vienen a visitarlo y la gran cantidad de territorios que han comprado para
vivir. Trayendo consigo una nueva cultura entre ellas fumar marihuana y la
conservación del medio ambiente. Aunque esta última son iniciativas
importantes, han existido choques entre los nuevos propietarios y los nativos
de Minca que aún se consideran conservadores y prefieren dejar atrás el olor de
la marihuana que en su mayoría por obligación les toco sembrar.
